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Porqué del proyecto
El concepto de trabajo decente o trabajo digno hace referencia a aquellas profesiones, oficios y actividades que se ejercen conforme a los principios y derechos laborales fundamentales y a los principios de no discriminación e igualdad de trato por razones étnica, religiosas o de discapacidad, entre otras.
La erradicación paulatina de trabajos no dignos o no decentes debe ser un objetivo prioritario de la sociedad y de los gobiernos, y lo es de la Fundación ONCE y del movimiento asociativo de la discapacidad, con mayor razón cuando es ejercido por personas con discapacidad o está asociado a la discapacidad.
Muchos procesos de exclusión social a los que se ven abocadas las personas con discapacidad incluyen el ejercicio de actividades dentro de la economía formal o de la informal que ahondan precisamente en la exclusión o que refuerzan prejuicios y estereotipos.
En ocasiones, las barreras de la exclusión y las dificultades para participar de una forma sostenida en el mercado laboral llevan a las personas con discapacidad a hacer uso de la propia discapacidad como un medio o instrumento de vida o de supervivencia, al margen de los parámetros de lo que se entiende por trabajo decente o trabajo digno.
En esta situación se encuentran muchos hombres y mujeres con acondroplasia o con displasias esqueléticas, o, sencillamente, con talla baja severa.
Sobre las personas con ADEE recae una forma específica de discriminación y de humillación; en forma de burlas o bromas, y en general de comentarios jocosos, sobre su aspecto físico o la forma de desenvolverse.
Tradicionalmente las personas con ADEE han sabido sacar provecho de este tipo de discriminación, ahondando y exagerando los propios prejuicios, y utilizándolos en provecho propio, ejerciendo, por ejemplo, ocupaciones ligadas a espectáculos de animación y ocio, cuya máxima expresión es la figura del Torero-Bombero, que se ejerce en los espectáculos taurinos.
Con la total comprensión y respeto hacia las personas que ejercen estas y similares actividades El proyecto Pisadas de Dignidad trata precisamente de ofertar una alternativa de formación y oportunidades de empleo a estas personas, dentro de los paradigmas que marcan la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad y en los parámetros del Trabajo Digno.
Se trata en definitiva de acompañar a las personas con ADEE a encontrar una alternativa de proyecto de vida sociolaboral, alejada de la utilización de los propios estereotipos de la discapacidad como medio de “ganarse la vida”.
Para más información del proyecto escribir a:
pisadasdedignidad.inserta@gen.fundaciononce.es
O a los teléfonos 600 53 90 24 / 985 20 43 88
Cómo te puede ayudar Inserta Empleo
INSERTA Empleo, a través del proyecto Pisadas de Dignidad, despliega su amplia experiencia en orientación profesional, formación e inserción laboral de personas con discapacidad.
Con el objetivo último de ofrecer a personas con ADEE en situación de riesgo de exclusión social una alternativa de formación y oportunidad de empleo, el proyecto Pisadas de Dignidad pone a disposición de las personas participantes atención “ad hoc”, a través de un itinerario personal individualizado tutorizado y mentorizado.
Este itinerario se articula en torno a tres fases o Pisadas:
- Pisada 1: Mi mejor Ahora.
Clave: Autoconocimiento, exploración vocacional y trabajo de fortalezas y áreas de mejora. Entrada al proyecto a través de entrevista de orientación laboral con enfoque social. - Pisada 2: Hacia el Futuro.
Clave: Formación para el empleo con prácticas no laborales y mentorización en el nuevo sector objetivo y construcción de red de agentes clave en el nuevo entorno. Incluye apoyo al emprendimiento. - Pisada 3: El Futuro es hoy.
Clave: Intermediación laboral intensiva, en base a un óptimo ajuste al puesto, con apoyo en el empleo para su consolidación en el nuevo sector.
A través de ellas y siempre con el foco en la persona como agente activo de su propio cambio, se despliegan acciones para la mejora del autoconocimiento y empoderamiento de las personas participantes, la exploración vocacional, el desarrollo de sus habilidades transversales, la definición de un nuevo objetivo profesional, adquiriendo formación técnica asociada con prácticas no laborales, el acceso al empleo y la consolidación del mismo en el nuevo sector.
INSERTA despliega para esta atención en las comunidades autónomas una red territorializada de técnicos/as orientadores/as laborales, formada en las especificidades asociadas a la acondroplasia y otras displasias esqueléticas con enanismo y el contexto y sociología de la realidad a la que se ofrece alternativa.
El Proyecto coordina colaboraciones en red con otros recursos, entidades, asociaciones y tejido empresarial, que permite el enfoque de adecuación a la casuística específica de cada participante.
El dispositivo contempla apoyo económico a las personas participantes a lo largo de las acciones del itinerario, mediante la dotación de diferentes tipos de becas, asociadas a la formación y la digitalización.
Para más información del proyecto escribir a:
pisadasdedignidad.inserta@gen.fundaciononce.es
O al teléfono +34 670 40 23 15
ADEE. APROXIMACIÓN A SU NÚMERO Y SITUACIÓN SOCIODEMOGRÁFICA Y LABORAL EN ESPAÑA
Como parte del Proyecto Pisadas de Dignidad se ha realizado una primera investigación Social para determinar el número de personas con talla baja severa, así como sus características sociodemográfícas y laborales.
Esta investigación ha sido posible gracias a la colaboración con la Fundación Alpe (Abre en nueva ventana) y la asociación ADEE (Abre en nueva ventana).
Los principales hallazgos han sido los siguientes:
- Se puede estimar que en el mundo viven en torno a 1.107.650 personas con adee y, en general con talla baja severa; de las cuales 64.002 serían ciudadanos europeos.
- En España 4,1 personas por cada 10.000 tendrían talla baja severa; lo que implicaría que en torno a 19.515 formarían parte del colectivo de personas con talla baja severa, y de ellas, entre 1.200 y 1.500 serían personas con ADEE. Los datos sobre personas con certificado de discapacidad nos informan de una mayor prevalencia de varones, casi 6 de cada 10 personas con talla baja lo son; este hecho está íntimamente relacionado con la brecha de género especialmente en el ámbito laboral.
- Las personas con ADEE y talla baja tienden a salir del sistema educativo a edades tempranas y a alcanzar, en la mayoría de los casos, solo la Educación Secundaria Obligatoria; solo 2 de cada 10 transitan por el sistema escolar más allá de la educación obligatoria.
- Entre aquellos que consiguen obtener algún título de formación profesional o de formación superior, la mayoría (30,9%) se orientan a la rama administrativa; si bien existe toda una panoplia de otras titulaciones académicas y profesionales: magisterio, trabajo social, peluquería y estética, auxiliares de enfermería, derecho, etc.
- En materia de empleo, las personas con ADEE no se escapan a la lógica del mercado de trabajo, en lo referente a la alta rotación, las dificultades para acceder a un primer puesto de trabajo y la temporalidad; y en definitiva la precariedad y la pobreza laboral; características que son compartidas por un número importante del resto de personas con discapacidad. 6 de cada 10 personas con talla baja severa están en situación de desempleo.
- Pero, una vez prestamos la atención a las personas que están trabajando nos encontramos de nuevo con una prolífica variedad de puestos de trabajo, entre los que destacan las profesiones relativas al trabajo administrativo (en coherencia con los estudios), los puestos de grabación de datos, las ocupaciones relativas a la limpieza de oficinas y hoteles, las ocupaciones de atención al público en el sector de comercio o en puestos de recepción, etc. dándose un moderado pero adecuado ajuste entre la formación que se tiene y el puesto que se ocupa, situación en la que se encuentran 6 de cada 10 personas con ADEE y con talla baja severa.