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Crece el empleo de las personas con discapacidad hasta más de 550.000 ocupados

El número de contratos para este colectivo se incrementa en un 58,8% en una década, según el Informe 10 Odismet de Fundación ONCE
El empleo de las personas con discapacidad ha experimentado una mejora en España de 5,9 puntos y su tasa de desempleo ha descendido un 40% durante la última década. Sin embargo, la brecha salarial aumenta respecto a las personas sin discapacidad y ya supone una diferencia de 5.067 euros menos, consecuencia principalmente de la mayor presencia en empleos de menor cualificación.
Estos son algunos de los principales datos dados a conocer este jueves en la presentación del Informe 10 Odismet sobre el mercado de trabajo en España y la situación laboral de las personas con discapacidad, elaborado por el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de Fundación ONCE (Odismet).
En vísperas de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, el coordinador de Estrategia de Datos de Fundación ONCE e Inserta Empleo, Luis Enrique Quifez, fue el encargado de dar a conocer las principales cifras que arroja el Informe 10 Odismet, resumidas en once ideas clave.
La más importante es que la tasa de empleo de las personas con discapacidad ha mejorado 5,9 puntos desde el año 2014 de manera que ya hay más de 550.000 con un puesto de trabajo y cotizando a la Seguridad Social. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo se ha reducido en 13 puntos, lo que supone un descenso del 40% en apenas una década.
El empleo ha subido especialmente para las personas con discapacidad de 25 a 44 años (+8,4%), para las mujeres (+6,3%) y para aquellas con discapacidad intelectual (+4,3%). En cambio, la tasa de desempleo ha variado de forma desigual porque en los hombres cae 22,1 puntos y en las mujeres baja 13,3 puntos.
En el balance dado a conocer por Odismet con los últimos datos oficiales sobre empleo de personas con discapacidad sale a relucir que las personas con discapacidad en paro de larga duración se ha reducido 2,5 puntos desde 2013. También mejora la formación de este colectivo, pues el porcentaje de personas con estudios superiores aumenta 4,7 puntos, el que ha cursado estudios secundarios ha crecido 8,7 puntos y el que sólo ha desarrollado estudios primarios desciende 13,4 puntos. Todo ello demuestra que las personas con discapacidad cada vez tienen mejor capacitación y eso contribuye a un mejor acceso al mercado laboral.
De hecho, el número de contratos para personas con discapacidad ha aumentado un 58,8% desde 2013, llegando este incremento al 60,2% en el caso de las mujeres, al 182% en los jóvenes, al 93,7% en las personas con discapacidad psíquica y un 86,6% en el caso de los contratos en el sector de la industria.
El Informe 10 Odismet saca a relucir que la reforma laboral aprobada en 2021 ha supuesto “un importante apoyo para la estabilidad” en el empleo de las personas con discapacidad, en tanto que los contratos temporales para este colectivo se han reducido un 31,7% mientras que los contratos indefinidos han crecido un 18,5%.
Los Centros Especiales de Empleo representan un nicho de empleabilidad muy relevante para las personas con discapacidad, con casi 24.000 contratos nuevos en la última década, que supone un incremento del 48,2%.
BRECHA SALARIAL Y RIESGO DE EXCLUSIÓN
El principal aspecto negativo que refleja el análisis del Observatorio de Fundación ONCE afecta al salario, puesto que la diferencia de sueldos ha aumentado respecto al resto de la población. Así, el sueldo medio anual de una persona con discapacidad está 5.067 euros por debajo de quienes no tienen discapacidad.
Esta discriminación resulta especialmente significativa en las mujeres, con una media de 20.899 euros brutos anuales frente al salario medio de 27.107 euros de las personas sin discapacidad. Peor aún es para los jóvenes, con apenas 15.397 euros al año, y las personas con discapacidad intelectual, con 15.025 euros. Estos dos últimos nichos están 12.000 euros por debajo del resto de los españoles. Esto pone de manifiesto la importancia de avanzar en una mayor cualificación y la mejora de las competencias para la empleabilidad de manera que las personas con discapacidad accedan cada vez más a empleos de mayor cualificación y mejor remunerados.
Emprender también es más complicado para las personas con discapacidad, como prueba el hecho de que la tasa de empleo por cuenta propia ha caído 3,1 puntos en la última década, mientras que en el caso de la población sin discapacidad ha bajado 2,6 puntos.
Además, las personas con discapacidad tienen mayor riesgo de exclusión social, tal y como se puso de manifiesto en el Informe AROPE de 2023. Su tasa de riesgo de pobreza llega al 31%, lo que supone un incremento de 1,7 puntos respecto a 2013 y 4,5 puntos más que la población general.
Finalmente, el Informe 10 Odismet saca a relucir la gran aportación del Grupo Social ONCE como “motor para la inclusión laboral de las personas con discapacidad”, gracias a más de 45.000 empleados con discapacidad en su plantilla, más de 13.000 empleos creados en los últimos años y más de 63.000 personas con discapacidad formadas para facilitar su acceso al mercado laboral.
El vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, fue el encargado de clausurar la presentación del Informe 10 Odismet con un llamamiento para promover el protagonismo de las personas con discapacidad en la sociedad, de manera que se hable de ellas “en todas las tertulias” y así se normalice “de forma natural” su inclusión.
Alberto Durán lanzó también una invitación a las empresas a colaborar y a “tejer nuevas alianzas” para dar pasos adelante en materia de diversidad y mejorar la inclusión laboral de colectivos vulnerables, como el de las personas con discapacidad.
Previamente, una mesa redonda analizó la evolución de la inclusión de las personas con discapacidad en las empresas españolas con la participación del presidente de Feacem y de la Comisión de Inclusión Laboral del Cermi, Daniel Aníbal García-Diego; la responsable del Área Social de Forética, Regina Zavala; la responsable de Recursos Humanos de Alcampo, Rocío Martín, y la directora de Formación, Empleo, Operaciones y Estudios de Fundación ONCE, Sabina Lobato.
García-Diego puso el foco en las malas condiciones económicas que tienen muchas personas con discapacidad pese a disfrutar de un empleo y denunció que en España existen “trabajadores con discapacidad pobres e incluso muy pobres”.
Por su parte, Martín ratificó el “compromiso firme” de Alcampo con la incorporación de personas con discapacidad a su plantilla, donde actualmente suponen el 3,5%, con una subida respecto a las cifras del año pasado.
Por último, Lobato resaltó el importante impacto que puede tener la reciente aprobación por el Senado de la modificación del artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores en materia de despido por incapacidad, lo que generará dinámicas preventivas de inactividad y desempleo en situaciones de discapacidades sobrevenidas y requerirá de un trabajo coordinado entre las entidades sociales y las empresas. También pidió a los poderes públicos que faciliten entornos adecuados para un desarrollo inclusivo de la Inteligencia Artificial, ante lo que Zavala advirtió de que puede existir un “riesgo de sesgo” para este colectivo si no se hace de forma adecuada.